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5 Anécdotas de nuestras Au Pairs



Al vivir un año con una familia que no conoces, hay muchas situaciones que pueden sucederte. Aquí te compartimos las más comunes y chistosas que las Au Pair de Rockin vivieron durante su intercambio, y cómo las resolvieron.

1.- Un viaje loco

Ya había tomado mis semanas de vacaciones, ¡y de repente me entraron unas ganas de conocer las Cataratas del Niágara! Entonces pensé en usar un fin de semana para ir. La familia con la que trabajaba vivía en Chicago, así que tomé un camión que se tardó 10 horas en llegar, estuve 6 horas en las Cataratas, e hice otra vez 10 horas de regreso. ¡Fue una locura! Pero llegué a tiempo a mis labores del lunes. Lo volvería a hacer, a pesar de la locura, cumplí mi sueño.

Gloria, Morelia

2.- Una cena mexicana de bienvenida

La familia con la que trabajé tenía dos niños, uno de nueve y otra de cinco años. Cuando llegué, sentí como que estaba muy frío el ambiente, le hablaba yo a mi asesora en Rockin y le decía: Siento que no les caigo bien. Ella me aconsejó que hiciera algo para romper el hielo, tal vez que cocinara algo mexicano para compartirles.

Una vez, que salieron de compras, aproveché para decorar la casa y cocinar. Cuando llegaron los recibí con una cena muy mexicana. Fue un éxito, platicamos hasta la madrugada y nos la pasamos muy bien. A partir de ahí, la familia y yo nos hicimos excelentes amigos; hasta ahorita aún platico con ellos.

Karen, Monterrey

3.- Mal clima

A mí me tocó vivir en St. Pete, Florida. Una tarde, que estaba sola con los niños, en las noticias advirtieron que se acercaba una tormenta tropical. Llamé a los papás de los niños para saber qué hacer, me dijeron que nos teníamos que resguardar en casa, que ellos se resguardarían en donde andaban. Al principio sentí un poco de miedo, pero cuando me di cuenta que los niños dependían de mí, tuve que ser más valiente y mostrarme tranquila para ellos. Al final todo salió bien y la tormenta no nos alcanzó, pero esa experiencia me dejó muchos aprendizajes.

Fernanda, Aguascalientes

4.- Las escondidillas

A las dos niñas que yo cuidaba, de 6 y 8 años, les encantaban las escondidas, así que todas las tardes nos poníamos a jugar. Un día se me ocurrió meterme a un armario que había en el segundo piso de la casa; cuando ya no me encontraron, quise salirme, ¡y no abría! ¡me quedé encerrada! Les hablé a las niñas, y fueron a ayudarme, pero no pudieron tampoco abrir el armario. Me tuve que quedar ahí como una hora, hasta que llegó el papá de las niñas y con un desarmador tuvo que quitar la puerta. Yo me moría de la pena, pero a todos los demás les causó mucha risa. Fui su Au Pair por dos años, eran una familia muy divertida.

Adela, Toluca

5.- Un cumpleaños diferente

Yo cumplo años en agosto, y llegué apenas a EEUU a finales de junio, entonces no esperaba que mi familia anfitriona supiera de mi cumpleaños o lo celebrara. En la tarde, hablé con mi familia en México, me cantaron las mañanitas y me felicitaron; me puse un poco triste por estar lejos. En la noche, mi familia anfitriona me dijo que íbamos a salir, que los acompañara; como vivíamos en Long Island, fuimos a Manhattan. Yo no sabía, ¡pero me tenían preparada una celebración! Primero fuimos a Broadway a ver The Lion King y después me llevaron a cenar a un restaurante con vista al Times Square. Hasta ahorita, lo recuerdo como uno de los cumpleaños más bonitos que he tenido.

María, Coatzacoalcos

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